lunes, 13 de octubre de 2008

Carga el payaso a El Centro: el fin de un periódico

La crisis los alcanzó. Al menos esa fue la razón principal que expusieron los hacedores del diario El Centro sobre su última edición, la del sábado 11 de octubre de 2008.

En parte tienen razón, la actual crisis financiera (culpa de los méndigos especuladores y capitalistas sin escrúpulos… perdón, tenía que decirlo) ya está pegando fuerte en las empresas mexicanas. Pero lo que hay detrás del fin de este periódico es que nunca levantó en sus ventas.


¿Un proyecto fallido? No sé si sean las palabras correctas.

El Centro fue, para empezar, un proyecto, una apuesta.

Primero, la idea original era hacer un diario local de la Ciudad de México, de ahí el nombre.

Segundo, se intentaba trasladar a un diario de información general el éxito del periódico deportivo Récord (de la misma empresa, Notmusa), el cual, es justo decirlo, es el mejor periódico de su rubro en el país; no sólo en la calidad de su papel, que es una de sus mejores particularidades, sino en su contenido. Nada raro es ver a hombres y jóvenes (¡jóvenes! esos que casi no leen periódicos) por las calles con su periódico Récord.

Tercero, a diferencia del resto de diarios generales, El Centro trataría de hacer un periodismo distinto, no tan político, sino uno de verdad cercano a la gente, que plasmara, en especial en su primera plana, el tema que estuviera en boca de los chilangos.

Bajo esas tres premisas, Salvador Camarena sería el director general. Digo ‘sería’ porque antes de que el diario saliera a la circulación hubo movimientos al interior de la empresa lo dejaron fuera.

Cabe mencionar que Camarena era entonces el director de la revista Chilango, la cual hace cosas muy interesantes pero no logra salir del circuito Condesa-Coyoacán-San Ángel, es decir, es para un público, digamos, clase alta-media alta.

En su lugar, quedó Miguel Ángel Castillo Chávez, quien venía de ser subdirector de Diario Monitor (otro periódico que nomás no levanta). Por cierto, muchos de los periodistas que iniciaron El Centro venían precisamente de Diario Monitor, otros más eran de Milenio, Reforma, entre otros.

El primer día (5 de marzo de 2007) que salió El Centro y los 3 siguientes se regaló junto a Récord. Aún la recuerdo, la verdad yo ya lo esperaba; siempre me encantaba ver las últimas páginas de Récord por su sección “Todo menos deportes”, a veces una o luego dos planas de información general, y siempre me preguntaba ‘por qué no sacan un periódico así?!!!’.

El periódico salió y, desde luego, llegaron los elogios y las críticas, los temas buenos y los no tan buenos, de todo, como en botica.

La primer crisis llegó a los 7 meses con el “affaire Televisa”, como la denominó el periodista Jenaro Villamil. Resulta ser que una entrevista a un ex directivo de Televisa en la que criticaba las telenovelas de hoy en día pisó más callos de los debidos.

Según publicó Villamil en la revista Proceso, Televisa vetó a Notmusa de sus instalaciones, cuestión que afectó a las demás publicaciones de la editorial cuya materia prima ocurre precisamente en los foros, pasillos y otras instalaciones de la televisora: estadios de futbol – Récord, programas – TvyNotas, artistas féminas – Revista H… Una aunténtica tragedia, pues.

La condición para levantar el veto fue nada más y nada menos que la cabeza del director de El Centro, la cual estuvo en una bandeja de plata antes del canto del gallo.

Aunado a esto, el 12 de octubre de ese año se publicó en la contraportada del diario un artículo a manera de desmentido de lo dicho en la entrevista, artículo que se tituló “El polvo de aquellos lodos” y no tuvo firma. (Si quieren leer la nota de Villamil completa pueden entrar aquí).

El reemplazo de Miguel Chávez fue… ¡Salvador Camarena! Por cierto, abundando un poco más en este último, hay que mencionar que fue directivo en Reforma, donde fundó y dirigió la página de internet, luego salió francamente por una confusión entre los altos mandos, llegó a El Universal para arrancar la versión electrónica (oh sí, el padre de 2 de las páginas noticiosas más consultadas en el país), y después de unos avatares arribó a la editorial Expansión para crear la revista Chilango (una de sus palabras favoritas al parecer).

Esta situación incluyó, desde luego, salidas de reporteros y editores (unos por indignación por el affaire Televisa y otros que ‘los fueron’ por diversas razones, un ejemplo aquí).

Ojo, debo mencionar que lo de Villamil es una versión, pues en esos mismos días me llegó otra en el sentido que el cambio de director era, desde entonces, porque el diario no levantaba sus ventas.

Camarena inició su labor con cambios, paulatinos pero cambios al final de cuentas; exclusivas, nuevas secciones, nuevos diseños, nuevos articulistas y columnistas, además de crear una página web (en la cual el tiempo ha quedado suspendida en el 11 de octubre).

Podemos mencionar sin temor a equivocarnos que intentó trasladar la alegría y jocosidad que caracterizaba a Chilango a El Centro, la premisa era que no todo el periodismo debe ser pesimista.

Nuevamente, unos días tenían mejores resultados que otros; en los mejores, tenían menciones en radio y televisión. Me quedo con una frase del último número de El Centro: “A veces el chamaco (el diario) nos hizo sentir plenos sus 24 horas de vida, y otras deseábamos que se apresurara a envolver aguacates en La Merced”.

No obstante, el diario nunca levantó y creo saber por qué, una terrible realidad de México los terminó por aplastar: L@S MEXICAN@S NO LEEN.

¿Números? En promedio, periódicos como Reforma, El Universal, La Jornada publican un tiraje diario promedio de unos 130 mil números; en España, El País saca unas 400 mil ediciones al día; En Estados Unidos, The New York Times saca más de un millón de periódicos.

Esa fue la verdadera causa que por la que ‘el payaso cargó’ a El Centro, la actual crisis financiera sólo fue la gota que derramó el vaso y de ahí la frase que apareció incluso dos veces en la última edición, una en la contraportada y otra debajo de una plana en la que aparecieron los nombres de todos los que trabajaron ahí alguna vez, incluido el ex director; la frase:

Nunca – ¡jamás! – dejes para mañana… lo que puedas posponer definitivamente.


P.S: Hace unas cuantas semanas, Salvador Camarena tenía en mente un proyecto, por así decirlo, para El Centro: su portal web de noticias en tiempo real… ¿el ‘payaso’ también habrá cargado esta idea?